Los dispensadores, también llamados displays, son un excelente llamado a la compra. Apoyado con el empaque, son una excelente opción para atraer miradas en el punto de venta. Por esto, su creación no debe corresponder a un simple diseño aislado de la estrategia, sino que debe ser tomado como una táctica dentro de los grandes objetivos de la marca.
Un dispensador, a diferencia de un exhibidor, es un dispositivo que permite al consumidor tomar un producto y automáticamente otro producto queda listo para la siguiente persona que desee adquirirlo. Por lo general, se coloca en una disposición vertical, aunque no es una regla.
Es importante considerar que un dispensador cumple una función vital que no se puede perder de vista: almacenar el producto al mismo tiempo que exhibirlo.
En esta línea deben tomarse en cuenta muchos aspectos:
*Lugar: esto es de suma importancia, pues los dispensadores contienen el producto y no solo debe ser llamativo sino estar al alcance del consumidor. En esta línea, es importante sondear cada punto de venta para saber seleccionar la colocación del dispensador.
*Material e impresión: la resistencia del material con el que se hace un dispensador es muy importante, ya que está expuesto a consumidores que podrán tomar y poner el producto, por lo que no puede ser frágil. También, en este punto es importante mencionar la calidad gráfica; pues un dispensador con colores opacos por impresión de mala calidad, dará al consumidor una imagen negativa del producto.
*Organización: es importante mencionar que debido a que los dispensadores son herramientas de organización, deben contener productos iguales o similares. De lo contrario, podría confundir al consumidor. Por ejemplo, si es un dispensador de sobres de café instantáneo deben haber productos solo de la misma línea y de la misma cantidad de contenido.
*Diseño y mensaje: un dispensador debe comunicar algo: una promoción, un nuevo producto, la categoría de un producto, etc. Muchas veces, se cae en el error de creer que el dispensador solo es un depósito del producto y se desaprovecha el canal para hablar de la marca. Pero debe evitarse saturar de información, porque no es un canal para dar información, sino para atraer al consumidor.
También, es clave recordar que estos dispensadores no solo juegan la función de exhibidor y almacenamiento sino también de orden. Muchos puntos de venta con la cantidad de tráfico y sobre todo en días muy concurridos, tienden al desorden.
Los dispensadores se vuelven una herramienta para que tus productos estén siempre ordenados, lo cual da a tus consumidores una mejor imagen de la marca… y por ende, mayor confianza.